El avance tecnológico de los últimos años, esencia de la globalización, ha dado la vuelta a nuestros hábitos. Varios cientos de miles de años tardamos en pasar de hablar a la escribir, de la escritura a la imprenta 2.000 años nos separan y en 400 años ya dimos con internet.
El elemento digital es asiduo en nuestras vidas y, si bien está causando estragos en algún que otro segmento de la población, es algo indispensable para el resto.
El uso de estas tecnologías digitales es el mejor catalizador para la mayor difusión tanto de contenidos como de información.
Nos permite una mejor optimización de recursos y ayuda a poner en valor, de inmediato, experiencias acontecidas en distintos ámbitos y diferentes ubicaciones. Y lo que es más importante, democratiza los sectores productivos y de servicios, permitiendo que se igualen las reglas del juego, lo que hace posible que pequeños negocios puedan tener una visualización de similar magnitud a los grande.
Innovar, esa es la idea. Convertir La Casa de Palencia en Madrid, en la primera casa regional digitalizada; un cambio total del patrón de funcionamiento de las casas regionales. Pero esa innovación que pretendemos implementar, tendrá que ser chequeada por los socios, a los que nos vamos a dirigir regularmente, los palentinos en Madrid y en el mundo, los castellano-leoneses, los madrileños y todos aquellos que nos encuentren; a todos nos dirigiremos con cariño, ilusión y pasión. Para contar y transmitir todo aquello que, de una u otra manera, esté relacionado con Palencia, con Castilla y León, con Madrid, y con todos aquellos que tengan algo que contarnos al respecto. Los socios de la Casa de Palencia, tendrán su espacio para hablar, consultar o enviarnos sus inquietudes, …
Descubriremos juntos nuevos espacios, rincones singulares, productos únicos y servicios de utilidad para quienes quieran seguirnos. Pondremos Palencia en vuestros ojos y os haremos sentir la armonía de su melodía.
Somos observadores de una aldea global digitalizada, con una visión total, de 360º, con una mirada sensible y espíritu inquieto, en estado de constante aprendizaje.
Bienvenidos a nuestra casa, seréis bien recibidos y mejor tratados. Esperamos que disfrutéis con nuestra compañía, esta casa es la vuestra. No hace falta que llaméis, podéis pasar cuando queráis, nuestras puertas quedan abiertas desde este momento.
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