Amantia, vino de hielo.

Una experiencia singular.

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El día que descubrí Amantia, todo cambió, un mundo se abrió ante mis ojos, un universo de sensaciones y emociones para disfrutar. Aromas, sabores, texturas y armonía, mucha armonía. Parámetros bien combinados que conmocionan las papilas gustativas. Ese día se produjo una simbiosis placentera y Amantia, vino de uva de hielo, me enamoró. Una sucesión de emociones que aún recuerdo, atracción total, magnetismo por su aroma y goce al catarlo.

Un poco de historia

Es un vino de producción escasa, necesita frío, mucho frío; tanto, que es necesario la congelación de la propia uva.

El proceso natural es tan sencillo que parece magia: la uva se deja sobremadurar en la cepa a 7º y 8º bajo cero durante varios días. Durante ese tiempo se congela el agua del fruto, provocando un aumento de tamaño del mismo, la uva revienta y pierde parte de su agua. Esta extraordinaria reacción tiene como consecuencia un aumento de la concentración de azúcares de manera natural. Ahora solo queda recolectar la uva por la noche aún congelada y con sumo cuidado, para que no se fundan sus cristales y transportarlas a la bodega para su procesamiento.

 

vino de hielo amantia

 

Los alemanes

El primer vino de hielo surgió por serendipia, allá por al año 1794 al norte de Baviera, cuando unos viticultores vieron con tristeza como una impresionante helada dio al traste con su cosecha. En un intento por minimizar las pérdidas, elaboraron vino con aquellas uvas congeladas y descubrieron con asombro un producto singular.

Registrado como Eiswein (Alemania y Austria), mientras que en Canadá, se registró como Icewin; ambas denominaciones está protegidas hace años por la Unión Europea.

Debido a las condiciones meteorológicas predominantes en dichas zonas, son alemanes y austriacos los mayores productores, seguidos de canadienses y algunas comarcas norteñas de Estados Unidos.

Torquemada (Palencia)

Esta ciudad palentina vio nacer a la Infanta Catalina, hija de “Juana la Loca” y “Felipe el Hermoso”. Nacen y crecen también sus famosos pimientos, con una calidad superior a la media y con fiesta propia; tiempo tendremos de hablar de ellos, a lo que vamos. En Torquemada, está arraigada la bodega Señorío de Valdesneros, cuyo responsable y propietario es Rubén Montero, enólogo que ha  revolucionado el panorama vitivinícola palentino, además de elaborar de manera natural un vino de uva de hielo, ha empleado para ello una variedad de uva tempranillo 100%: un placer para los sentidos que os dejará maravillados.

La variedad de uva que normalmente se emplea para la producción del eiswein suelen ser riesling y gewürztraminer, de ahí la singularidad del vino de uva de hielo Amantia, con tempranillo 100%.

Reseñar finalmente, que no solo el talento y el buen hacer del enólogo hacen posible la elaboración de este vino, es necesario que la meteorología acompañe, generando el frío necesario en tiempo y forma. Por ello, destinan para este fin parcelas pequeñas, con una producción aproximada de 2.000 botellas.

Los matices de Amantia, su aroma a fruta pasificada, miel, su sabor dulce con una fresca acidez hacen de su disfrute una experiencia única y un valor añadido de éxito asegurado.

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